miércoles, 14 de julio de 2010

Los costes de las empresas cárnicas

Ya lo decíamos hace pocas semanas en este mismo programa, la industria y “los mataderos encontrarán la forma de repercutir al ganadero los costes de eliminación y destrucción de los MER, los materiales específicos de riesgo”. Dicho y presuntamente hecho. Diferentes organizaciones del sector como ASOPROVAC, ASAJA y Cooperativas Agroalimentarias ya han denunciado ante la Comisión Nacional de la Competencia a diferentes empresas cárnicas que han derivado estos costes a otros conceptos para continuar “libres de cargas”. Lo que parece claro es que la eliminación de estos elementos no corresponde a la cría del animal, sino al despiece, y por tanto no es el ganadero quien debe asumirlo. Pero es que, claro o no claro, así lo define la orden 1163/2010 de 29 de abril, y hay que cumplirla, sin trampas. Hace bien el sector en haber reaccionado rápido y es de esperar y probablemente así será, que la industria page lo que le corresponde, eso sí, a regañadientes y haciendo perder a unos y otros tiempo y recursos. La picarsca parece que es parte de nuestra cultura, pero conociendo como se las gasta la Comisión Nacional de la Competencia, habría sido más inteligente ahorrársela, al menos en este caso.

miércoles, 7 de julio de 2010

EL SISTEMA ESPAÑOL DE SEGUROS AGRARIOS

Esta semana Agroseguro presentó en Madrid un libro titulado "El sistema español de seguros agrarios. 1980-2009. Testimonio de 30 años". Y se preguntarán, ¿qué tiene de especial este tema para empezar hablando de ello? Bueno, pues cuando uno se adentra en este documento, posiblemente el más completo y sobre todo divulgativo, que se ha escrito hasta la fecha, uno confirma lo que por otro lado ya sabemos los que trabajamos en este campo, y es que en España disponemos de uno de los mejores, si no el mejor, sistemas de seguros agrarios del mundo. Un modelo sin duda mejorable, con aristas que hay que pulir, pero que no minimizan en absoluto el papel que ha jugado, que juega y que jugará el seguro agrario en nuestros campos. Un sistema asumido de forma mixta entre capital público y privado, tremendamente profesionalizado. Desde este programa siempre hemos defendido la necesidad de que el profesional del campo se acoja a los seguros para evitar pérdidas mayores. Entre otros aspectos porque cuando luego hay catástrfes naturales es necesario estar asegurado para poder recibir compensaciones. Pero sobre todo, un modelo con balance presupuestario positivo desde el punto de vista público, algo que en esta época de déficit adquiere todavía más valor. Es decir, las arcas del estado y las regionales gastarían más recursos compensado las catástrofes climatológicas o sanitarias, tal como pasa en otros países, que apoyando con fondos a este sistema, un modelo español eficiente y rentable, que debe seguir adaptándose.