lunes, 21 de enero de 2013

ALIEN vs. PREDATOR

Al igual que los hombres estaban atrapados entre los aliens y los depredadores en la película de W.S. Anderson, los agricultores y ganaderos están en una similar posición entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente (MAGRAMA) y la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). Uno de los proyectos estrella del MAGRAMA es el de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria. En él han depositado esperanzas muchos de los agentes del sector primario, ya que buena parte de nuestros agricultores y ganaderos esperan solucionar con esta norma el problema de rendimiento de sus explotaciones como consecuencia de los bajos precios en origen Este Anteproyecto ha sido informado desde la CNC, y sus recomendaciones han sido tajantes. Recomienda la supresión de los dos aspectos esenciales de esta norma, la regulación de contratos y el código de buenas prácticas mercantiles. Sin estas medidas, el proyecto quedaría sin contenido real. Si los contratos no se pueden regular a nivel de precio y desaparece el sistema de arbitraje, el problema de los precios en origen seguiría tal como hasta ahora.


Llama la atención la falta de alineamiento entre el MAGRAMA y la CNC. El rigor con la que la CNC está actuando en estos últimos años en el sector agroalimentario es bien conocido. En este contexto, se presupone que antes de avanzar en esta línea se debería haber movido el tema entre bastidores para buscar un cierto acuerdo con la CNC. Ahora, la imagen que se transmite es de falta de coordinación por parte del MAGRAMA, así como de desenfoque por parte de la CNC.

Por otro lado, la Comisión Europea está trabajando en un proyecto europeo para ahondar en este problema generalizado del sector y permitir resolverlo, o al menos, paliarlo. El MAGRAMA ha decidido ir por delante, a sabiendas de que en un futuro quizás deba rectificar algunas cosas. Tiene sentido, ya que es un problema acuciante, y los ritmos de la Unión Europea, con el Parlamento Europeo por medio, son de todo menos ágiles. Sin embargo, e independientemente de que haya habido o no precipitación, la realidad es que este informe de la CNC así lo ha transmitido, ¿se podría haber evitado?

La verdadera solución o buena parte de ella pasa necesariamente por la concentración de la oferta, de tal manera que la economía de escala contribuya al aumento de márgenes.

En cualquier caso, lo que no tiene ningún sentido, y así lo debería entender la CNC, es que en pleno siglo XXI y dentro de la Unión Europea, existan mercados que funcionen a resultas, tal como sucede en parte del agro. Esto es, se vende el producto sin saber a qué precio se va a cobrar, y se liquida a posteriori en función de la evolución del mercado.



martes, 15 de enero de 2013

LA LOCOMOTORA EXPORTADORA

El potencial exportador agroalimentario de España, sobre todo en la situación actual, es un importante balón de oxígeno para nuestra economía. España está en la octava posición a nivel mundial En 2011 la factura correspondiente a este concepto ascendió hasta casi los 35.000 millones de euros, lo que incluye no solo los productos agrarios, sino también los pesqueros y los de la industria alimentaria, de las bebidas y del tabaco; es decir, sector primario y agroalimentario. También llama la atención la productividad de este sector, que ascendió a 141,5 euros de ventas netas por hora trabajada, un 10 por ciento más que la media de la industria española.


Un caso muy destacable es el de la industria cárnica, cuyas exportaciones representan el 30 por ciento de la producción total. Es un dato muy relevante, dado el alto valor de los piensos en los últimos años, que supone la mayor parte de la factura de costes de las explotaciones en intensivo, como es el porcino de capa blanca. Significa que este sector sabe hacer las cosas bien y es altamente competitivo, sobre todo si se tiene en cuenta que el mercado exterior se encuentra mayoritariamente en la Unión Europea, seguida de Rusia y China. Por otro lado, y en referencia a cabañas donde el extensivo es significativo, el clima seco español, en buena parte de nuestras latitudes, nos hace ser más dependientes de los piensos al tener menores pastos disponibles y por menos tiempo.

En el primer semestre de 2012 y en comparación con el mismo periodo de 2011 se incrementaron las exportaciones cárnicas un 16 por ciento, lo que representó un total de 795.000 toneladas. El subsector dominante es el porcino, con 538.000 toneladas vendidas al exterior en este intervalo, un 19 por ciento más que el primer semestre del año anterior. En segundo lugar pero ya a mucha distancia, la carne de vacuno con 57.200 toneladas, seguida de 18.400 toneladas exportadas de ovino y caprino.

De acuerdo con el secretario de la Asociación Nacional de Industrias Cárnicas de España, Miguel Huerta, el punto débil de este mercado exterior es la escasa proporción de productos transformados que se exportan, solo el 8 por ciento del total. En 2011 solo se vendieron en otros países 116.000 toneladas de cárnicos elaborados, frente las 1,4 millones de toneladas en fresco.

Para conseguir este alto nivel de reconocimiento en los mercados exteriores no solo es necesario ser competitivos en precio, lo que conlleva un importante desarrollo tecnológico, también es imprescindible un estricto cumplimiento de las normas de sanidad animal. De esta manera se minimiza el impacto de las habituales estrategias de defensa comercial basadas en la prohibición temporal de entrada de productos por motivos sanitarios, algunas veces justificadas.

lunes, 7 de enero de 2013

TRANSGÉNICOS...CONFESIONES DE UN AMBIENTALISTA

Quienes hayan seguido este blog o mi actividad en radio y prensa, saben que soy un defensor de los cultivos transgénicos y valoro los alimentos que los contienen de la misma manera que los que no. Esta posición me ha valido duras críticas, algunas más que duras. Pero mi convicción no se basa solo en la confianza en los científicos, ya que como en todos los colectivos los hay buenos y malos. Se basa en mi total confianza en los organismos científicos que se han creado en diversas partes del globo y que de forma global, con protocolos validados y con científicos que no a título individual, valoran los avances que se producen en este y otros campos. Para mí son, si duda, las organizaciones que menos probabilidad tienen de equivocarse, aunque por supuesto no son infalibles, como no les la ciencia. Lo que sí es cierto es que cuando estos organismos son unánimes en sus valoraciones una y otra vez, me tengo que fiar de ellos. Y lo hago con infinita más convicción que la que me aportan los técnicos no científicos,  o algunos científicos que a título individual y sin el respaldo de la comunidad científica, mantienen posiciones opuestas. Un ejemplo claro, lo tenemos con el Dr. Seralini, abanderado de la lucha antitransgénica y que una vez tras otra ve invalidad las conclusiones de sus investigaciones por Organismios Científicos de todo el mundo, incluso por los de su propio país, Francia.

Pero el motivo de hoy hablar de transgénicos, es compartir un muy interesante dicurso sobre este tema realizado en la Universidad de Oxford el pasado 3 de enero por Mark Lynas, uno de los más acérrimos detractores de los transgénicos que, con el paso del tiempo, ha cambiado y justificado su nueva idea de los mismos. Un discurso que conviene escuchar, porque es muy claro y sintomático http://de-avanzada.blogspot.com.es/2013/01/discurso-de-mark-lynas-en-conferencia.html

viernes, 4 de enero de 2013

PARALELISMOS DE LA CRISIS...INSUFICIENTES INDICIOS DE RECUPERACIÓN

Ayer veía en la TV un programa sobre la Crisis del 29 en EEUU. Las imágenes y comentarios eran de un país en ruina y desesperado. El dato más destacado que daban una y otra vez, era el paro, que de forma inimaginable había alcanzado el 25 por ciento. Por supuesto, la situación mundial es diferente y los mercados globales no existían en esa época, por lo que la comparación con España no es directa...aunque da qué pensar. En EEUU y en el resto del mundo desarrollado se tardó más de 10 años en salir de esta crisis, pero contaban con dos factores diferenciales respecto a España, entre otros: el enorme potencial industrial de esa nación, y que dependían de ellos mismos, no de una economía global donde el bombardeo especulativo de determinadas organizaciones públicas y privadas tenía un efecto más predecible y menos directo. Aun así, tuvo que haber un guerra mundial para consilidar el despegue y, sobre todo, los Estados tuvieron que intervenir directamente promoviendo el incremento de salarios, disminuyendo las horas de trabajo y acometiendo obra pública; justo lo contrario a lo que se ha hecho en el crisis actual. También es cierto que los motivos de la crisis fueron bien diferentes: la sobreproducción de EEEUU se juntó con un alto endeudamiento de los grandes bloques económicos, lo que hundio la demanda y por tanto a la industria americana, endeudada, con exceso de stocks y sobredimensionada.

Ayer se publicó la noticia de que España es ahora un excelente destino para la inversión y que se prevén bajadas de la prima de riesgo por debajo de 200. Han tardado demasiado tiempo en darse cuenta. Con un sector público en pleno saneamiento, unas infraestructuras de primera línea, una estabilidad política, fuertes incentivos públicos y fiscales para la inversión y una enorme cantidad de mano de pobra altamente cualificada y sin trabajo, esta conclusión parece de Perogrullo. De hecho, es quizás este nuevo escenario, en buena parte derivado de la crisis, junto con el potencial exportador,  lo que nos puede sacar del agujero. Por cierto, un potencial exportador que en buena medida depende del sector agroalimentario.

La inversión extranjera en nuestro país es, a medio plazo, el motor que debe reabsorber buena parte del enorme paro existente. En el asunto del paro, el mes de diciembre nos ha dado un pequeño respiro, aunque las previsiones no son alagüeñas para 2013, sobre todo si se acomete a fondo la reestructuración de la administración pública. Mi esperanza es que para cuando esto ocurra, a finales de año, el sector privado ya se haya redimensionado y pueda empezar a tirar del empleo, al igual que las arriba mecionadas posibles inversiones extranjeras.

UVA Y ACEITUNA...SUS HERMANAS PEQUEÑAS

Dos productos muy españoles son la uva y la aceituna, en particular la uva para vino y la aceituna para aceite. Pero no nos podemos olvidar de la uva y la aceituna de mesa, para consumo en fresco.


En el caso de la aceituna de mesa, y con tres meses de campaña, se prevé un descenso del 10 por ciento con respecto a la anterior. Por el momento se han recogido 459.000 toneladas y se estima que alcancen a las 470.000. Por otro lado, los stocks de partida no llegaban a las 350.000 toneladas, un 5 por ciento menos que en el anterior arranque. En total, las existencias son del 9 por ciento menos que el pasado año. El motivo de este descenso ha sido la fuerte sequía previa a la recolección.

A pesar de esta reducción en la oferta, la demanda ha crecido un 10 por ciento. Destacan las exportaciones, que han aumentado en 12 puntos porcentuales, aunque el mercado anterior también está activo, con un crecimiento del consumo del 5 por ciento.

Con estos datos el análisis de este sector es positivo, sobre todo si se compara con pasadas campañas, cuando el exceso de producción y una menor actividad en los mercados hundieron los precios.

Pero hay que aspirar a mantener buenos precios con incrementos de producción. Para ello hay que aumentar el consumo interno y externo, y consolidar la concentración de la oferta. Si esto se consigue, no sería necesario articular mecanismos de mercado desde la PAC, como pueden ser las ayudas al almacenamiento privado; aunque entre tanto, síi serían un buen amortiguador.

Respecto a la uva de mesa, la tendencia de consumo no ha sido tan positiva, ya que han caído los precios en esta época, emblemática para el sector aunque más por el simbolismo de las doce campanadas que por lo que realmente representa; puede rondar entorno al 5 por ciento de la venta anual. En cuanto a los precios de venta, estos se han mantenido similares al pasado año en destino. En origen han bajado alrededor del 5 por ciento y un 15 por ciento si se compara con la campaña 2010. En definitiva, la crisis también se ha dejado notar en este producto tan básico, que también se ha hecho notar en las uvas enlatadas sin semilla en almíbar, que tuvieron su momento álgido en 2001 y que poco a poco van perdiendo fuerza.

miércoles, 2 de enero de 2013

JAMON IBERICO, ¿QUÉ ES ESTO?

El otro día me regalaron un jamón de Guijuelo y me dijeron, "estos ibéricos que comen bellota están que te cag..." Pues ni era ibérico ni el animalito había probado una bellota en su vida, por mucho que el curado de sus nobles cuartos se hubiera hecho en esta localidad salmantina. Era un buen jamón de un cerdo cebado con  pienso en intensivo, tal como inidicaba la palabra "cebo" de su etiqueta; es decir, no en una dehesa y ni siquiera en campo.

De ibérico solo tenía la mitad, porque la otra era de la raza Duroc, un buen tronco de cerdo de capa blanca. Y eso que no ponía "recebo", lo que ya habría desconcertado a la mayoría de los compradores, ajenos en su mayoría a que los animales así etiquetados sí han comido bellota, aunque menos que los de "bellota".

Llevamos muchas centurias degustando este producto en España y décadas exportándolo, y todavía no sabemos lo que comemos. Llegado a este punto, el Ministerio de Agricultura vuele a intentar aclarar el entuerto y propone que ya solo haya en el mercado "cebo"  y "bellota", eliminando por tanto los de "recebo" y "campo". Una buena idea. Pero rizan más el rizo y, para satisfacer a unos pocos (solo el 10 por ciento del ibérico es raza pura, siendo el resto cruce entre Duroc e Ibérico puro), quieren destacar también si es ibérico al 100, al 75 o al 50 por ciento. Pues menudo lío. El exceso de información  puede ser contraproducente desde el punto del mercado, sobre todo, cuando el consumidor dificilmente distingue organolépticamente esta característica. Pero en fin, siendo puristas y por aquello de no parecer que se pretende engañar al consumidor, que se ponga, pero dentro de este extenso, microscópico y confuso magma que en la actualidad conforma la etiqueta de cualquier alimento.

Entre tanto, mucho me temo que seguiremos disfrutando de nuestros jamones ajenos al debate entre bambalinas. Sabremos que no nos dan gato por liebre, pero sí cebo por bellota o ibérico por medio ibérico. Pero qué más da, lo que sí estamos seguros es que como me decía mi colega, "está que te cag...."