domingo, 2 de diciembre de 2007

AGUA SIN SAL

Han pasado más de tres años desde que el PSOE revocó el trasvase del Ebro y lo transformó en un plan de desaladoras. Se hicieron promesas en cuanto a su número, al volumen de agua desalada y a su precio. Pues hasta la fecha nada de nada. Muy pocas desaladoras, el volumen de agua muchísmo menor que el prometido y los precios disparados. Este programa dejaba demasiadas lagunillas, además bastante secas. Y mientras tanto el Ebro sigue siendo excedentario en determinadas épocas del año con superavits que deberían haber llegado a la cuenca mediterránea meridional. Que no habrían puesto en riesgo los caudales ecológicos ni productivos de este río. Llama la atención que sobre un problema tan sensible para toda España, todavía no se haya hecho un balance global. La Ministra de Medioambiente, Cristina Narbona, prefiere que la polémica se mantenga en las fronteras levantinas, pero el daño ya está hecho y alguien debe rendir cuentas. El agua desalada es sin duda una buena alternativa que se debe sumar a otras, mucho más eficaces, pero no puede ser la piedra angular de la recuperación hídrica de regiones enteras. Una realidad que ha quedado constatada. Se han desvanecido más de tres años y se ha perdido la oportunidad de incorporar un importante valor añadido a la economía española. No hay que olvidar el relevante peso que tiene la huerta valenciana, murciana y del levante andaluz en el PIB nacional y en nuestro balance exterior. Sería un mal menor si en la nueva legislatura, sea de un color u otro, se liberaran ciertas esclavitudes políticas y se volviera a potenciar un proyecto que nunca debió ser derogado, el trasvase del Ebro. Más vale tarde que nunca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Alguien entiende la posición que tuvo Aragón oponiéndose al trasvase? Si el trasvase era en la desembocadura del Ebro. Ni comen ni dejan comer.

Anónimo dijo...

Quizá la gente de Aragón y Cataluña se oponga por desconocimiento... o quizá porque les engañan y magnifican los efectos que tendría un trasvase...

De todas formas, algo que me indigna es que, en un momento dado hay una sequía atroz, llueve durante dos semanas, y los embalses vuelven al 70%. ¿¿??
Juan, ¿puede ser que tengamos poca agua embalsada?

Anónimo dijo...

La Generalitat Valencianoa opina que es una tonteria salar el agua (dejar que el Ebro la vierta al mar) para luego desalarla, ¿qué sentido tiene un rio?