lunes, 10 de diciembre de 2007

AMARGOR DEL AZÚCAR


El sector remolachero está sufriendo un proceso de reestructuración, síntoma de una política agraria acelerada. Unos últimos años salpicados de decisiones liberalizadoras han llevado al empresario agrario a soportar un modelo de gestión inimaginable en otros sectores. En este devenir se han olvidado, o al menos no se han priorizado, dos aspectos clave: mantener un alto nivel de independencia alimentaria y conseguir garantizar su seguridad para la salud pública. Azucarera Ebro ha hecho público su plan de reestructuración, que alcanza casi el 48 por ciento de su cuota. Junto con las otras azucareras se prevé supere el cincuenta por ciento de abandono, mínimo exigido por Bruselas para percibir los tan necesitados seis euros por tonelada. Ahora pendiente del obligado acuerdo entre ACOR y Azucarera Ebro, los remolacheros que ya han abandonado serán beneficiarios del complemento de ayuda al abandono que se aplicará con efecto retroactivo. Al final, como suele pasar, los pocos productores que quedan, sobre todo en Andalucía, porque en Castilla y León habrá más continuidad, estos agricultores continuarán hasta 2014, a ver que pasa luego. Los que han abandonado se llevan unos cuartos que completarán con otras producciones, sujetas también a muchas incertidumbres. Es el sino de la agricultura europea, necesariamente intervenida, con sus ventajas y sus inconvenientes.

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