
Otro asunto con controversia es la minoración progresiva de las ayudas a las grandes explotaciones. El corte afectará, al menos por ahora está sobre la mesa, a los cien mil euristas, pero de subvenciones, no de renta. Sobre este asunto sucede al contrario. Cierta complacencia, salvo en ASAJA que no ve claro esta medida dada la importancia productiva y social de estas grandes explotaciones. La Ministra ha afirmado que no supone pérdidas para el sector, ya que el 80 por ciento de los agricultores perciben menos de cinco mil euros y por lo tanto no les es de aplicación. El problema es el 20 por ciento restante, que son los mayores contribuyentes al PIB agrario y al empleo. Otra vez lo social frente a lo económico. En cualquier caso, algo que casi nadie del sector comparte. Por cierto, que en el extremo opuesto también se eliminarían las ayudas muy bajas.
El resto, poco destacable, eliminación de la demonizada intervención y las tan criticadas restituciones a la exportación. Curioso, porque Bruselas dice Diego donde dijo Digo, y ahora va a reactivarlas para intentar sacar del agujero al poderoso sector del porcino. Lo que se dice estar en misa y repicando, afortunadamente en este caso para los porcicultores. También se eliminará la retirada obligatoria, como ya se ha hecho este año, en esto todos de acuerdo. Se aumentará la cuota europea de leche hasta su eliminación en 2015 y crece de forma progresiva la modulación hasta el 13 por ciento. Esto es, ayudas que pasan del sector primario al desarrollo rural. La Ministra también tiene su particular visión, de un optimismo preocupante.