martes, 13 de noviembre de 2007

SOBRE PRECIOS DEL CEREAL

La escalada de precios de los alimentos ha llevado a muchas economías domésticas a un estado de desasosiego, acrecentado por los exorbitados precios de los carburantes y la continua subida de las hipotecas. En esta situación de stress financiero, es comprensible que las familias busquen una cabeza de turco sobre la que descargar esta tensión. Cada vez se escucha más en los diferentes medios, tertulias o conversaciones de café, afirmaciones que ponen en la picota al sector agrario y al agroindustrial, de forma indiferenciada. Pero los agricultores y ganaderos están sufriendo esta coyuntura en sus carnes por vía doble. Por un lado en sus explotaciones, sus negocios familiares, que padecen unas pérdidas de rentabilidad que habría que ver como encajaban muchos de los que les señalan. Además, no nos olvidemos que no solo producen, sino que también consumen y se alimentan. Hace siglos que desapareció la economía del trueque o del autoabastecimiento familiar, al menos en países desarrollados. Por lo tanto, toda esta subida del precio al consumo les vuelve a llegar a sus bolsillos, por segunda vez. Respecto al agroindustrial, puede ser harina de otro costal, pero no en la mayoría de los casos. Es posible que algunas industrias estén abusando de la actual situación del mercado, pero en general, las normas de la competencia impiden disparar los precios de forma unilateral sin perder mercado, y de forma pactada es conocida su ilegalidad. Sin embargo, ojala fuera éste el problema. La tozuda realidad va mucho más allá. Es un escenario con visos de continuidad, producto, entre otros factores, de un mercado global, de una histórica pleitesía energética y de una reciente y absurda dependencia alimentaria. Para ver las orejas al lobo se ha tenido que desmantelar la Política Agraria Comunitaria (PAC), la única herramienta que nos garantizaba el abastecimiento y la calidad alimentaria. (PUBLICADO en Hoy, Norte de Castilla, Diario Montañés, El Comercio, La Verdad, Sur, La Rioja)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desde luego que posiblemente los agricultores no son los maximos causantes de esta situacion, lo que habria que ver es en que punto de la cadena alguien se esta haciendo de oro a costa de los demas, ya que el incremento de los precios de articulos de consumo, hosteleria etc... desde la entrada en vigor del euro es mas que patente, y el nivel de vida se reduce cada vez mas.Si a esto le añadimos las continuas subidas de tipos de interes de los ultimos dos años, con el impacto directo que tienen sobre las hipotecas y economias familiares, el panorama es bastante desalentador