lunes, 19 de noviembre de 2007

EL ALGODÓN ENGAÑA

La nueva propuesta de reforma del régimen de ayudas del algodón presentada por Bruselas es más de lo mismo. La Comisaria Fischer se ha enrocado y no parece dispuesta a apoyar a un sector de importante valor social en las zonas de producción y un peso muy pequeño en el mercado mundial. Recordar que en toda España se cultivan menos de 70.000 hectáreas, poco menos que la superficie de frutales de Baleares. Todos los agentes implicados en el sector y las diferentes administraciones han manifestado su oposición frontal. Sin embargo no hay consenso en el tema del desacoplamiento. Mientras la Consejería de Andalucía y COAG demandan un acoplamiento del 80 por ciento de las ayudas, otras organizaciones profesionales agrarias como ASAJA, o UPA prefieren un desacoplamiento total. ¿Qué es mejor? Depende del objetivo. El acoplamiento, es decir, las ayudas en función de la producción, incentivan dicha producción, también de explotaciones poco competitivas, pero facilita cambios más graduales. Situación más deseable desde un punto de vista político que puede dar margen para acometer medidas correctoras. Por otro lado el desacoplamiento total, facilita el abandono de la producción de cualquier explotación no competitiva, a cambio de una ayuda fija temporal. En consecuencia, permite competir en mejores condiciones a las explotaciones que se mantienen en el sector. En cualquier caso, ninguna de las alternativas es la planteada por la Comisión, a medio camino entre ambas. Lo que queda claro es que a medio plazo, si la propuesta no se renegocia, habrá mucho menos tejido, del socioeconómico y del textil.

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