viernes, 27 de febrero de 2009

ALIMENTACION FRACCIONADA


En el último congreso de agricultura de conservación celebrado en Nueva Delhi se volvió a poner de manifiesto la necesidad de duplicar la producción de alimentos en el mundo antes de 2050. Diversos expertos de la Organización Mundial de la Agricultura y Alimentación (FAO) manifestaron que este esfuerzo productivo debe realizarse a partir de sistemas agrícolas sostenibles. El motivo, entre otros aspectos, es la caída de la productividad como consecuencia de los modelos intensivos. Se trata de un equilibrio difícil donde se debe producir mucho, con bajo coste ambiental. Por supuesto, hay que diferenciar los distintos sistemas agrarios en los diferentes espacios económicos. También hay que distinguir la agricultura de conservación y la de producción integrada, de otras menos intensivas, como la ecológica e incluso la biodinámica, mucho más marginal.

Rcientemente se mostró el poderío hortofrutícola en la Feria Fruit Logística de Berlín. Hace poco más de una semana le tocó el turno a Biofach el emblemático escaparate de los productos ecológicos, donde se constató que España, con 1.250.000 hectáreas, es el mayor productor ecológico de la Unión Europea. Recordar que desde el pasado uno de enero, en nuestro país es de aplicación el Reglamento (CE) 834/2007 el Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos. Por otro lado, la alternativa que suponen las producciones integradas y la agricultura de conservación son puertas abiertas que hay que traspasar para conseguir incrementos de productividad sostenibles.

En 2008, en España se sembraron más de 460.000 hectáreas de cultivos integrados, con casi 45.000 agricultores u operadores implicados. En el caso de las producciones ecológicas la representatividad baja un punto, aunque las superficies de producción son más del doble.


En este esfuerzo por conseguir aumentar la producción conservando el medio ambiente, no se deben cerrar puertas a los nuevos avances tecnológicos, como la modificación genética de semillas o la nanotecnlogía aplicada a la alimentación. Esta última ciencia trabaja a una escala no perceptible por los sentidos, por debajo de los treinta nanómetros. Ha realizado importantes avances en envases inteligentes, con micropartículas de conservación alimentaria, incorporación de suplementos dietéticos mediante microcápsulas o desarrollo de avanzados fertilizantes ralentizados, entre otros. Los detractores de la nanotecnología critican los supuestos efectos a largo plazo y el control del mercado por determinadas empresas. Ambos argumentos muy discutidos por una buena parte de la comunidad científica y que frenan su implantación en el mercado.

Nueva Delhi ha sido un nuevo reconocimiento de la necesidad de producir más, pero dicho reto no se va a lograr si se continúa trabajando en compartimentos estanco, con políticas agroalimentarias fraccionadas. Los grandes organismos internacionales tendrán que ser capaces de trabajar conjuntamente con especialista en agricultura de conservación, en producciones ecológicas, integradas, en transgénesis o en nanotecnología, solo por poner algunos ejemplos. El día que en un congreso internacional de prestigio todos tengan cabida y se acepte su coexistencia, se habrá dado un gran paso para conseguir el abastecimiento alimentario y el equilibrio producción-conservación. Un largo y tortuoso camino.

1 comentario:

celebrador dijo...

Como sabes, será la segmentación del mercado quien defina finalmente quien quiere (y puede pagar) por un excelente tomate biodinámico (Deméter); y quien, por el contrario, se conformará a las buenas o a la fuerza con un tomate-basura que le proporciona un cierto alimento aunque comprometa otros aspectos de su bienestar

Primun vívere, dehinde philosophare

Particularmente y como consumidor, ni me puedo permitir constantemente alimentos de gama alta en salud, ni renuncio completamente a ellos al menos de vez en cuando. Siempre mejor poco que nada

Y desde el sector productor ¿para quien produces?, ¿cual será tu cliente-tipo?