martes, 4 de noviembre de 2008

SIEMBRA DE DUDAS


Como todos los años por estas fechas, los agricultores tienen que tomar la decisión de sembrar el cereal para esta campaña. En los últimos años se han elevado de forma considerable los costes de explotación, en particular los combustibles y los fertilizantes. Sin embargo, su alta cotización favoreció un aumento de la superficie cultivada, no solo en España, sino a nivel mundial. Pero como suele suceder en los mercados agrarios, la sinusoide de la oferta tiende a marcar altibajos en los precios de venta. En los últimos meses los precios de casi todo el cereal han caído, y el empresario agrario echa números porque para muchos, las cuentas ya no salen. Además, la variabilidad de una meteorología que cada vez da más sorpresas, imposibilita depositar la confianza en la obtención de unos buenos rendimientos. Pero no solo la abundante oferta ha hecho caer los precios, también la disminución de la demanda. No se puede achacar a un solo factor la caída de las operaciones de compra, aunque destaca la disminución de la cabaña ganadera española y europea, como consecuencia del desequilibrio en los flujos de caja que se ha producido en casi el total de las empresas ganaderas, sobre todo las que se gestionan en intensivo.

En resumen, un proceso encadenado. Los altos precios del cereal de anteriores campañas dispararon el precio de los piensos, que todavía se resisten a bajar, aunque ya se empieza a notar su caída. Estos nuevos incrementos en el valor de un input, que supera las dos terceras partes de los costes ganaderos, ha obligado a cerrar a numerosas explotaciones poco dimensionadas o desestructuradas. El cierre de estas explotaciones reduce la demanda de cereal, cuyos precios, presionados también por una sobre oferta, empiezan a caer.

El nuevo escenario viene marcado por unos precios de cereal más bajos, unos costes de combustibles algo menores y con ligera tendencia a la baja. Los costes de fertilizantes continúan muy altos aunque la Asociación Comercial Española de Fertilizantes (ACEFER) ha anunciado que se han estabilizado y pueden comenzar a bajar; algo que también sucede en el caso de los piensos. A esto hay que añadir un sector ganadero más reducido. Por otro, lado la puesta en marcha de aranceles a la importación, que también debe constreñir la oferta, puede ser un último factor que condicione la nada fácil decisión de siembra de los agricultores. En general se prevé una disminución de superficie sembrada, lo que permitiría obtener buenos rendimientos económicos, siempre que el tiempo acompañe. Pero hace falta asumir un riesgo, porque a pesar de que la función de costes empieza a invertir su pendiente, sigue siendo necesario disponer de un buen músculo financiero, escaso en muchas explotaciones.

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