domingo, 16 de marzo de 2008

RETOS LEGISLATIVOS


Tras los resultados de las elecciones del pasado domingo, el nuevo gobierno de Zapatero se encuentra con una serie problemas y oportunidades a los que debe meter el diente. Algunos nuevos, como la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, que deberá desarrollar y dotar de presupuestos, tal como ha prometido la responsable de desarrollo rural del PSOE, Soraya Rodríguez. También deberán elaborar la nueva norma que regule el desarrollo de los transgénicos, tal como queda reflejado en su programa electoral. Habrá que andarse con mucho ojo al armar dicha norma, consultar a todas las partes y, sobre todo, contrastar con objetividad los datos, que no las suposiciones, de todos los implicados. De carácter general, es también el llamado Chequeo Médico, en el que se decide el controvertido aumento de la modulación obligatoria, es decir, fondos del primer pilar que pasan a desarrollo rural.

Aunque está lejos, a buena parte de los agricultores levantinos les ha caído encima un gran jarro de agua. Con ello y poco más deberán continuar regando sus campos. La aplastante victoria del PSOE en Aragón y Cataluña va a impedir redistribuir una riqueza hídrica que, en muchas campañas, queda desaprovechada.

Sobre todo deben actuar todavía con más ahínco para encontrar soluciones a la crisis, más que coyuntural, del sector ganadero. Es necesario huir de tópicos y discursos grandilocuentes, para buscar un equilibrio razonable entre la macroeconomía nacional y la microeconomía empresarial, con fuerte carga social y ambiental. Desde el punto de vista sectorial, queda pendiente la aplicación financiera de algunas reformas, como la del vino. Otro sector muy agitado en las últimas semanas es el lácteo. De cara a 2015 hay que conseguir incrementar la producción de leche de acuerdo al incremento de cuota, sin perjudicar los precios en origen.

En definitiva, se encuentran con un sector ganadero muy tocado y unos consumidores cansados de pagar cada vez más por los alimentos. Han prometido controlar las cadenas alimentarias, las que se puedan, para poder regular los recargos abusivos de precios. Son muchas tareas y no fáciles. Pero se encuentran con varias ventajas. Por un lado, la agricultura pasa una época de cierta tranquilidad de precios, aunque con unos costes de explotación cada vez más elevados. En segundo lugar, la experiencia del gobierno actual es notablemente más alta que la de los cándidos y poco expeditivos representantes del primer gobierno Zapatero. También hay que esperar que el triplete formado por agricultura, medio ambiente y sanidad no genere los desaguisados, descarríos y denuestos agrarios de la pasada legislatura. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación deberá hacer valer la trascendencia del sector agrario nacional. Ha perdido la batalla del agua, en la que nunca pudo luchar; que no le suceda lo mismo en otras.

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